viernes, 31 de octubre de 2008

HALLOWEEN



hello!!!!!!!!!!!!!!
feliz halloween

canción de halloween

gerls and boys
go to play
the moon is bright on a halloween night
take your candle take your mask
the moon is bright on a halloween night
look for witches, look for ghosts
the moon is bright on a halloween night
abra cadabra wizi uh!!!!!!!!!!!!!
I want to play with you.
jajajaja.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El hombre recurre a gran cantidad de animales para establecer simbolismos. En muchas culturas uno de los más utilizados ha sido el lobo. En cada país la representación toma cuerpos distintos, aunque en todos ellos coincide en ser el paradigma del poder y la astucia.

El mamífero cánido, familiar silvestre del mejor amigo del hombre, ocupa grandes extensiones del planeta. En América, Europa y Asia, incluido el Círculo Glacial Ártico, el lobo ha desarrollado sus territorios de caza. Durante décadas, y por culpa de su nefasta fama, ha sido perseguido y acorralado, y a principios de este siglo se encontraba en clara regresión en muchas zonas.
En Europa, donde la figura del lobo está muy enraizada en la cultura rural, la situación es crítica. El problema que se presenta es que el hombre ha ocupado zonas que antes eran inaccesibles. Las carreteras llegan a todos los rincones, los bosques sólo son fragmentos de lo que fueron antaño. Y el lobo requiere de grandes territorios.
||VUELVE EL MIEDO||
¿Por qué el miedo? Los estudiosos aseguran que son escasísimos los contactos del cánido con el hombre. Sólo en caso de hambre extrema y actuando en grupo se atreverá a merodear cerca de un humano. Si éste no se deja dominar por el pánico echando a correr o mostrando manifiestamente su miedo y mantiene una actitud de firmeza escapará, casi con toda seguridad, ileso del acoso.

Pese a ello la leyenda sobre lobos devoradores de hombres son numerosas. En grandes áreas de la Europa oriental el lobo tiene una significación histórica y mítica. En Dacia y el Asia Menor se localizan varias regiones conocidas en la antigüedad como "el país del lobo". Países como Rumania -patria del conde Drácula, vampiro que en más de una ocasión toma la apariencia de lobo- y Bulgaria, con grandes zonas de bosques caducifolios y nieblas permanentes, son lugares propicios para que, a la luz del fuego y frente a unos vasos de fuerte licor, se despierte la imaginación en las largas veladas nocturnas. Todavía hoy los jóvenes rumanos aprovechan el fragmento más crudo del invierno -entre finales de diciembre y mediados de enero- para vestirse de lobos y realizar unos bailes que, en origen, estuvieron relacionados con la muerte.
||LA PUERTA DEL INFIERNO||
Entre los egipcios y los romanos el lobo era el símbolo del valor (no olvidar la leyenda de la fundación de Roma, en la que una loba amamanta a los gemelos Rómulo y Remo), mientras que en las leyes hititas se decía de un proscrito que "se había convertido en lobo". Es bastante general esa asociación con los fugitivos, tal vez por la figura huidiza que suelen adoptar estos animales. Para los primitivos alemanes la boca del lobo era la puerta del infierno. Según Mircea Eliade, el gentilicio "lucense" (de Lugo) podría responder a una corrupción de "gente del país de lobos". Galicia, no hay que olvidarlo, tiene siempre el lobo en su memoria. Aún hoy son frecuentes las batidas con el fin de acabar con un animal que se considera perjudicial para los intereses económicos del hombre. En Galicia quedan menos lobos que en otras regiones de la Península Ibérica y, sin embargo, la presencia cultural es más fuerte.

En la tradición nórdica los lobos son considerados devoradores de astros. Por ese motivo, y porque consiguen moverse con toda naturalidad durante la noche, son tenidos por seres de luz.
Durante la Edad Media se consideraba que los brujos (habilidad exclusiva de los hombres) acudían a sus periódicas reuniones del Sabbat convertidos en lobos.
En los países de la antigua Yugoslavia, San Sava y San Teodoro son considerados los patronos de los lobos. Un papel parecido desempeña San Pedro en Rumanía, y no hay que olvidar que San Francisco de Asís aparece representado múltiples veces en compañía de lobos. Y todo ello a pesar de que en la tradición cristiana esos cánidos representan la crueldad. El lobo es el devorador de aquellas ovejas que rechazan la protección del buen pastor.
||COMPAÑERO DE NÓMADAS||
En las culturas nómadas el lobo tiene una gran trascendencia. Las familias de seres humanos se trasladan de un lugar a otro con todas sus pertenencias a cuestas. Ello incluye no sólo al ganado que se posee para comerciar sino también a animales domésticos como perros, gallinas o conejos. Por su instinto cazador el lobo tendrá preferencia por atacar a los rebaños, pero no despreciará piezas fáciles como pueden ser estas últimas.

Los pastores trashumantes de todos los países del mundo, desde Laponia a Mongolia, de Castilla a Grecia, saben que el lobo sigue los pasos de las grandes concentraciones de ganado para aprovechar el extravío de una cría o la oscuridad de la noche. En cada migración serán varias las cabezas que se perderán por la acción de los cánidos. La atención de los ganaderos deberá ser total, y se establecerán guardias nocturnas para evitar pérdidas. Cualquier descuido será aprovechado por el lobo para diezmar el rebaño. Un refrán castellano suficientemente explícito: "Reunión de pastores, oveja muerta".
A diferencia de los lugares en los que el lobo no está presente, donde los pastores utilizan perros muy inteligentes pero de pequeño tamaño para que el rebaño circule con fluidez, los nómadas cuentan desde hace siglos con grandes perros mastines que se atreven a plantar cara a una manada de lobos. Los combates suelen ser encarnizados y como los perros, en multitud de ocasiones, superan al lobo en tamaño y ferocidad, salen victoriosos más de una vez.
||HERMANOS MAL AVENIDOS||
El naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, en los años setenta, se hizo muy popular con sus documentales de televisión. De entre las cientos de horas de película que emitió por el entonces único canal de televisión dejaron especial huella las que dedicó a los lobos. Rodríguez de la Fuente poseía un grupo de lobos domesticados -tratados en cautividad desde cachorros- con los que fabricó escenas de gran belleza. De ellas quedó, además, un registro sonoro profundo y espeluznante. Eran lobos con el espíritu silvestre pero el físico prisionero.

Muchos estudiosos del lobo se han fijado en el aparente odio que sienten los perros pastores y domésticos en general hacia los lobos.
En algunos tratados de simbología se presenta esta relación muy racionalizada. Según esa interpretación el perro doméstico abominaría de su primo hermano porque le recuerda el carácter salvaje que antaño tuvo. El lobo aún se dedica a vagar por los espacios libres cazando para comer y siendo enemigo del hombre. El perro, por su parte, ha preferido el calor de un hogar, el cariño de una especie diferente y un plato garantizado a cambio de su sumisión. Recordar esta pleitesía le gusta tan poco al perro que una manera de atacar a sus fantasmas es acabar con los seres que los representan.
No pocos autores establecen una relación muy similar cuando tratan del odio entre el hombre y el lobo. Como ya hemos señalado anteriormente, pocas veces se atreverá el can salvaje a atacar a un ser humano, a no ser que esté totalmente desvalido y sin posibilidad de huida. Y son, sin embargo, múltiples las leyendas que se tejen en torno a él. Paralelismos entre el hombre y el lobo:
• Se trata de seres muy gregarios. Necesitan del grupo para valerse, buscan siempre asociarse para sacar mayor rendimiento a sus actividades predadoras. Pero no se trata únicamente de un grupo porque sí, en realidad se actúa como un clan familiar, que cubre los errores de los demás.

* Aun viviendo dentro de un grupo muy marcado, las actitudes individualistas forman parte de su comportamiento innato. A la hora de la verdad, ante un conflicto de intereses o una situación límite, optan ambas especies por la salida individual antes que por la grupal.

* Su hogar es su castillo. Mientras vagan por los espacios abiertos los lobos se comportan como un grupo cerrado, pero en su cubil cada cual es el amo de sus decisiones. Ya aparece así reseñado en la obra más difundida de Rudyard Kipling, El libro de la selva, cuando trata de la manada de lobos de Seeonee. También el hombre mantiene un territorio (su casa) en el que es amo y señor y nadie puede decirle qué debe y qué no debe hacer.

||AULLIDOS A LA LUNA||
Llega un momento en que la relación de admiración-odio se mezcla tanto que el hombre se convierte en lobo. O el lobo en hombre. O ambos seres en una mezcla de los dos, que se odia a sí mismo por ser la mitad del otro.

Muchas culturas de Asia Central hablan de animales que son mitad hombre y mitad lobo, también conocidos con el nombre de licántropos. Es de las leyendas e historias de la vieja Europa de donde extraemos más conocimientos en este aspecto mitológico.
Según la tradición gallega un hombre puede transformarse en licántropo de dos maneras: la más habitual es a causa de una maldición, que a veces puede provenir de la propia familia; la segunda se produce cuando en una casa nacen seguidos siete hijos varones. El llegado en último lugar será un lobishome. Será posible arreglar la situación si al niño se le bautiza con el nombre de Benito y en el bautizo es apadrinado por su hermano mayor. De todas maneras, esta forma de llegar a ser lobishome es cada vez más infrecuente, dado que escasean ya las familias que tienen siete hijos.
El licántropo tiene la particularidad de que no sólo hace sufrir a los demás, sino que también es un ser que padece. En noches muy determinadas -las de luna llena- un hombre aparentemente normal sufrirá una transformación brutal, su cuerpo se llenará de pelo, sus orejas y dientes crecerán y su instinto asesino se exacerbará al máximo. Son las noches en las que vagará, sediento de sangre, en busca de víctimas inocentes.
El hombre-lobo, al recuperar su forma humana, es consciente en que en sus noches de desmán ha podido cometer daños irreparables, pero no los recuerda con nitidez y, por otro lado, es incapaz de contener la llamada de la luna llena.
En las culturas europeas nuestro satélite ha sido siempre vinculado a las actividades brujeriles y demoniacas, y a incitar las pasiones más bajas del hombre.
Algunos pueblos son menos originales que el gallego a la hora de confeccionar la trama de la existencia del licántropo, y remontan sus orígenes a una operación maléfica en la que Lucifer cubre a un hombre con la piel de un lobo y le obliga a vagar por los campos aullando.
El licántropo no es sólo cosa de cuentos. Hasta el siglo XVI el tribunal de la Santa Inquisición condenó a muerte a personas acusadas de ser mitad lobos.
Al fin y al cabo lo que muchos expertos ven en todas estas relaciones en las que se mezclan el lobo y el hombre es la irracionalidad latente en la parte interior de éste último, y el temor que todos sentimos a que despierte.

Anónimo dijo...

esa soy yo

Anónimo dijo...

hola soy claudia ra ratoncita tkm lidia y me lo paso genial con vosotras en el patio. no como en el colsgio q me aburria un monton tkm bss